El qué es y el cómo evitarla es lo importante. La diabetes es una enfermedad bastante fea que nosotros mismos nos ocasionamos. Afortunadamente ya se conoce cómo es que comienza, cómo se desarrolla pero tristemente todavía no se sabe cómo curarla... pero sí cómo evitarla.
La diabetes es causada por algo que se llama resistencia a la insulina, que a su vez es causada por pésimos hábitos alimenticios. Cuando tú comes, tu sistema digestivo comienza a enviar glucosa a la sangre, la glucosa es tu fuente de energía, el problema es que si te la pasas comiendo cosas con índices glicémicos muy elevados como pueden ser los pastelillos de chocolate, de fresa, de vainilla o los refrescos o sodas que no sean dietéticas, tu páncreas trabaja a marchas forzadas enviando insulina a tu sangre para eliminar el exceso de glucosa para almacenarla en forma de grasita en la panza.
Es tal la cantidad de insulina que llena todos los días tu sangre (a causa de una alimentación chatarra), que tu cuerpo comienza a formar cierta resistencia a esta insulina, es decir, como si se tratara de un virus y la resistencia fuera una respuesta inmunológica. Entonces ya no puedes procesar esa glucosa en la sangre, ya no recibes la energía que tendrías que recibir y comienzan los subidones y bajones de energía.
La siguiente etapa de la diabetes se da cuando el páncreas se empieza a atrofiar, de tanto enviar insulina que termina siendo ya inútil, el páncreas comienza a enviar mucho menos insulina a tu torrente sanguíneo, cuando esto sucede comienza lo que se llama Diabetes tipo 2. La glucosa en esta fase de diabetes inunda la orina y sale de tu cuerpo sin más paradas.
Las consecuencias de la diabetes son terribles; fatiga, mucha sed, pérdida de peso sin razón aparente, enfermedades frecuentes, mucho más tiempo para que las heridas sanen. El azúcar en tu sangre que ya no es extraída por la insulina comienza a dañar tus vasos sanguíneos y nervios, en especial los de tus extremidades y órganos vitales, en las últimas fases llega la ceguera, impotencia, adormecimiento, daño cardiaco... y finalmente, la muerte.
¿Cómo evitarla? Muy sencillo. Se trata de comer saludable y evitar aquellos alimentos con índice glicémico elevado, hacer ejercicio con regularidad y a las primeras dudas, corre a consultar a tu médico como si se tratara de salvar millones de dólares de un incendio, es mejor visitarlo sin que tengas problemas que no visitarlo y sufrir esta terrible enfermedad.
