La importancia de la masa muscular al envejecer

Músculos. Todo lo que haces en la vida está relacionado directamente con los músculos: sentarte, pararte, caminar e incluso respirar, todo esto involucra a los músculos. Sin los músculos no serías capaz de bombear sangre a través de tus venas y arterias. Sin músculos simplemente no podríamos vivir.

Desde que nacemos hasta los veintitantos, nuestros cuerpos continúan creciendo y volviéndose más fuertes, pero muy poca gente sabe que a partir de los 25 años aproximadamente, todos empezamos a perder músculo a través de un proceso llamado sarcopenia. Esta pérdida de masa muscular puede ser atribuida a muchos de los síntomas que asociamos con la edad, como puede ser la pérdida del equilibrio y fuerza, piel menos tensa, mala postura y la incapacidad de realizar las tareas diarias.

Esto es un proceso natural del envejecimiento, pero la buena noticia es que hay cosas que podemos hacer para ralentizar este proceso y en algunos casos, revertirlo.

Así que pon mucha atención a estas formas de mantener la musculatura en excelentes condiciones: 

1. Entrenamiento de resistencia con pesas. Entrenar con pesas puede ser uno de los factores más importantes en el mantenimiento de nuestra masa muscular (e independencia) a medida que envejecemos. ¿Alguna vez has escuchado el principio "úsalo o piérdelo"? Tal vez lo has escuchado como "lo que no se usa se atrofia". En fin, es lo mismo a final de cuentas. Tu cuerpo se basa en este principio para decidir con qué quedarse y de qué cosa deshacerse. En algún punto de la vida aprendemos que entre más edad tenemos, menos importante es la actividad física y terminamos de lo más sedentarios a medida que envejecemos.

Pero la realidad es totalmente lo contrario, entrenando tus músculos con resistencia como es el levantamiento de pesas, tu cuerpo lo verá como una necesidad para la vida y hará todo lo que sea necesario para mantener tu musculatura. La actividad física no es sólo para los jóvenes, en realidad, la actividad física te mantiene joven.

2. Ingesta adecuada de proteína. Cuando consumes suficiente proteína, tu cuerpo decide no ver a tus músculos como tentempié. Si eres físicamente activo (todos deberíamos serlo), debes apuntar a consumir alrededor de 2 gramos de proteína por cada kilo de peso. Esto ayudará a tu cuerpo a mantener tus músculos y también a reconstruírlos después de tu entrenamiento de resistencia. OJO, si no haces ejercicio, tu consumo de proteína deberá ser de la mitad.

Es importante que consumas tus proteínas de buenas fuentes alimenticias como pollo orgánico, pescado, reses alimentadas con pasto, etc. Esto hay que aclararlo porque en la industria alimenticia de hoy, son tantas las sustancias que se le inyectan a los animales y tantos los pesticidas y herbicidas que se usan para la agricultura, que bien podrías terminar con problemas de hígado y tal vez hasta cáncer. Es mejor lo natural.

También podrías tomar complementos alimenticios como el suero de leche.

3. Sigue corriendo. La salud cardiovascular es algo que nunca debes olvidar, pero especialmente a medida que envejeces. Mantener tu corazón, pulmones, venas y arterias saludables significará que tu cuerpo mantendrá la sangre llena de nutrientes, circulando por todo cuerpo para tener todos tus músculos funcionando a la perfección... y a tu cerebro también.

Y no es necesario que corras, puedes caminar, trotar, usar una elíptica, escaladora o cualquier cosa que incremente tu ritmo cardiaco... sí, la actividad sexual ayuda mucho. Lo importante es que no te quedes sentado.

Es muy importante ejercitarse, pero es de igual importancia conocer la manera segura de hacer ejercicio en función de tu edad, así que asegúrate de preguntarle a un entrenador profesional y apégate a un programa de ejercicios que te mantenga saludable durante muchos años.

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