Es bien sabido que fumar es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud, pero pocos sabemos qué es lo que se daña en el cuerpo del fumador ya que casi todo se reduce a saber que se puede morir de cáncer. Pero los daños ocasionados al cuerpo van más allá de la agonía del cáncer, durante los años previos el cuerpo se va deteriorando al punto en que se vuelve notable el estado de salud del fumador:
Acné: los fumadores son más propensos a tener barros y espinillas, el fumar debilita la circulación sanguínea, lo que incrementa el riesgo de infecciones. El acné de los fumadores también es más difícil de tratar.
Vasos sanguíneos: en los fumadores el riesgo de presentar coágulos en las venas y arterias es del doble que en los no fumadores. Un coágulo puede derivar en una muerte repentina.
Mal aliento: los fumadores tienen mal aliento. Alrededor del 20% de las personas han terminado sus relaciones de pareja debido al cigarro. La halitosis sin duda alguna no es algo atractivo.
Rostro: la piel del fumador se nota con mala salud debido a que los químicos del humo del cigarro hacen que las fibras elásticas de la piel se rompan de manera más sencilla, lo que ocasiona que la piel pierda su elasticidad. Una piel desgastada no es precisamente atractiva. Como dato curioso, de las 100 fotografías más populares en los sitios web de citas, únicamente 2 pertenecían a fumadores.
Genitales: la vida sexual de las mujeres fumadoras no es tan buena como la de aquellas que no fuman ya que el hígado de las fumadoras rompe los estrógenos con mucha eficiencia, lo que reduce el deseo sexual femenino. En el hombre, el cigarro reduce el flujo de sangre hacia el pene, por lo que los fumadores tienen el doble de posibilidad de presentar disfunción eréctil. También el número de encuentros sexuales es la mitad en los fumadores que en los que no fuman.
Vello facial en las mujeres: las mujeres que fuman inhalan, junto con la nicotina, sustancias que hacen crecer el bigote, también hace, como se vio en el punto anterior, que las hormonas femeninas se vean eliminadas de manera sencilla, lo que ocasiona que exista un desbalance hormonal habiendo una mayor proporción de hormonas masculinas con relación a las femeninas, de ahí el crecimiento de vello facial.
Cabello frágil: los fumadores tienen cabello quebradizo e incrementa su probabilidad de quedar calvos o con el cabello gris. Los químicos del tabaco se unen al cabello, lo que causa que éste se quiebre antes de crecer por completo.
Cáncer de pulmón: el cigarro causa el 90% de los casos de cáncer de pulmón, entre más joven comiences a fumar, más probable es que termines con cáncer de pulmón, también incrementa la posibilidad entre más tiempo fumes y entre más cigarros fumes.
Pulmones: fumar te daña los pulmones y hace que respirar te sea más difícil, por lo que los fumadores no pueden ni correr ni nadar tanto como los que no fuman. Cuando se alcanza una edad avanzada, se incrementa radicalmente la probabilidad de morir de un paro respiratorio. Se siente como tratar de respirar con las manos tapándote la boca y la nariz.
Boca: lo que te delata como fumador es tu sonrisa amarilla, esta decoloración es causada por el alquitrán que queda atrapado en el esmalte de los dientes. Fumar cigarros y usar rapé también puede causar cáncer de boca.
Uñas: las uñas también te delatan como fumador ya que adquieren un coqueto color amarillento, que desafortunadamente no es el que está de moda en Milán.
Embarazo: el feto no puede descansar ya que la nicotina viaja sin ser filtrada a través del cordón umbilical, el feto puede incluso recibir mayor cantidad de nicotina que la misma madre.
Espermatozoides: La densidad espermática del fumador es considerablemente menor que la de los no fumadores. Las toxinas del cigarro disminuyen la concentración y movilidad de los espermatozoides, también dañan la estructura celular.
Estómago: la nicotina del cigarro disminuye la habilidad del estómago para eliminar a la bacteria Helicobacter Pylori, que es la causante de la úlcera péptida.
Estrés: aunque la publicidad te diga que el cigarro te quita los nervios, la realidad es todo lo contrario. Los fumadores se estresan más que los no fumadores. Uno de los efectos secundarios del tabaco es que causa nerviosismo constante.
Arrugas: perdón, "líneas de expresión". El fumar disminuye el colágeno y los niveles de elasticidad en la piel, lo que diezma la elasticidad y firmeza, en pocas palabras: los fumadores se arrugan antes que los no fumadores.