Si perteneces a la tercera edad o tienes algún familiar en esta etapa de la vida, seguramente quieres saber cómo se puede mejorar la calidad de vida. Pues bien, para variar el ejercicio es salud. Pero en la tercera edad el objetivo del ejercicio es lograr un acondicionamiento físico, vamos, no se trata de volverse fisicoculturista o de correr un maratón el siguiente mes.
El programa de ejercicios para la tercera edad debe incluir la caminata, la carrera leve y la gimnasia de mantenimiento. También se puede incluir el trabajo en el gimnasio con y sin aparatos. Es importante decir que el programa que se elija debe ser supervisado por expertos en medicina o en educación física. Y por supuesto, antes de comenzar, se debe consultar a un médico que hará las evaluaciones necesarias.
Es importante trabajar los nudillos, muñecas y articulaciones de codo, brazo, parte superior de los hombros, omóplatos, pies, rodillas y cadera. Sí, casi todo. Si bien es cierto que no se busca volverse campeón de levantamiento de pesas, sí es importante desarrollar fuerza ya que esto permite prevenir accidentes ya que al mejorar la estabilidad y la fortaleza de los miembros inferiores y la columna se evitan caídas y por consiguiente, lesiones. Esto también mejora la postura y logra mantener al adulto mayor y al anciano mucho más seguros.
En las sesiones de ejercicios para la tercera edad, cada persona mayor debe controlar su propio ritmo y debe observarlo durante toda la sesión, sobre todo después de los ejercicios de cierta intensidad. La natación, las caminatas y la bicicleta también son muy benéficas para muchas personas mayores. Claro está que si la persona mayor no sabe andar en bicicleta, es mejor no intentar aprender ya que una caída puede ser muy perjudicial.
El apegarse a programas de ejercicios de forma constante y por periodos prolongados produce grandes beneficios en todas las edades, como:
- Menor incidencia de caídas y fracturas gracias al aumento de la fuerza muscular y coordinación de los movimientos, producto del entrenamiento.
- Retraso de la aparición de osteoporosis, sobre todo en mujeres después de la menopausia.
- Disminuye la depresión.
- La actividad física cotidiana constituye uno de los pilares de los programas de prevención de la ateroesclerosis.
- En personas hipertensas produce una disminución de las cifras de tensión arterial.
- Aumenta el gasto calórico del organismo, lo que hace que se dé una pérdida de peso y el mantenimiento del mismo.
- Mejora el sueño e induce una sensación de bienestar general.
- Incrementa la capacidad de desarrollar tareas cotidianas y laborales.
Una de las partes más importantes del acondicionamiento físico en cualquier edad y principalmente en la tercera, es la alimentación, esta tiene que ser baja en grasas y en sal, rica en verduras como las acelgas, apio y brócoli y como es lógico, el consumo de alcohol y fumar debe evitarse.
Las personas sedentarias deben comenzar con un plan de ejercicios de baja intensidad y duración, para ir aumentando de forma progresiva. Recuerda que hay que tener paciencia y constancia, de esta manera se logran los resultados deseados evitando las lesiones.
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